Vampiros entre música

El otro día, me recomendó una buena amiga la serie Vampire Diaries, de reciente (y exitoso) estreno en las américas. Me sonó (y no me equivocaba en absoluto) a tópico vampiresco en estado puro. De ahí, que comenzara a verla con desgana.
Hoy, trataré dos asuntos muy diferentes entre sí.
Por una parte, el enorme impacto de la saga de Crepúsculo y otras publicaciones de novelas adolescentes vampíricas que están descubriendo un tirón comercial y millones de fans enloquecidos por el atractivo de estos seres.
A mí de siempre me gustaron los vampiros, el libro de Drácula es mi favorito aún después de leerme miles de versiones, de historias en las que los vampiros son malvados, buenos, horribles, espectaculares, que odian el ajo y que no, que salen al sol o no, que cumplen mitos... o no. Buffy, el clásico entre los clásicos figuró en mi lista de series favoritas... pero ahora, me siento saturada.
Igual es que soy de ideología indie (si cabe que exista algo parecido) y si algo está extremadamente extendido entre las masas, ya no me gusta, lo cual me provoca un terrible miedo a desconsolarme con las decenas de vampiros que pueblan nuestro panorama comercial.
La serie, debo reconocerlo, no me enganchó realmente hasta el paso de los primeros capítulos, poco a poco se pone interesante. A día de hoy, podeis ver los episodios subtitulados al español aquí. Pero no espereis nada nuevo: adolescentes de instituto americano y "atractivos" vampiros que luchan por no ser monstruos devora-sangre o contra otros que sí lo son.
En el otro tema, me siento más involucrada: White Lies. Grupazo, temazos. Tienen de ese tipo de canciones que te revuelven el estómago, que poco a poco te van subiendo, arriba, arriba... "Lest's Dance" digo yo.
Su disco "To Lose My Life", el grupo White Lies.
Si os animais a ver la serie, en algunos capítulos se pueden oir algunos de los singles del grupo, que se incluyen en la Banda Sonora Original, aquí dejo el vídeo de uno de ellos: