miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mi mundo que es mi realidad

Como buena psicóloga que soy (no, pero "por el interés te quiero Psicología"), siento especial afinidad con esta canción. Además de tenerla con Lori Meyers, de los que ya hablé alguna vez en buenos términos.
Mi realidad es esta:

viernes, 24 de septiembre de 2010

El fantasma de la ópera

Hubo un tiempo en el que leía todos los días.
Hubo un tiempo en el que veía películas todos los días.
Hubo un tiempo en el que tenía tiempo para hacerlo.
Quiero renovar viejos hábitos, si el tiempo me lo permite.


Cuando vi el musical, todo impresionante, me entró la curiosidad por El fantasma de la ópera y me compré el libro (la película la veré cuando acabe). Me encanta esa novela, el glamour, el misterio, la época, el personaje del fantasma, es genial.
Entonces, leí un poco la biografía de Gaston Leroux, su autor, y ¡cuál fue mi sorpresa! que dos de mis obras preferidas de la juventud, las escribió él. No recordaba bien el título ni sabía quien lo había escrito hasta el otro día. Por si a alguien le va el rollo misterio-amoroso, lectura ligera (juvenil) y entretenida, El misterio del cuarto amarillo y El perfume de la dama de negro están bastante bien.
Y bueno, también he pensado ver alguna película que otra, que me he abandonado mucho últimamente.
Por cierto, he leído por ahí que Avatar vuelve a los cines solo en 3D y con escenas inéditas, ¡cómo si no hubieran recaudado lo suficiente ya! Pero bueno, la verdad que admiro mucho el diseño de esa película (aunque la historia sea Pocahontas total).

jueves, 23 de septiembre de 2010

Guía de viaje de una española en la Gran Manzana (parte II)

Día 10, nos ponemos guapos desde el principio, preparados para disfrutar un musical de Broadway por la noche, un poco antes decidimos recorrer la 5ª avenida. Visitamos la biblioteca nacional, la de la peli El Dia de Mañana, por ejemplo. Luego andando y andando, llegamos a la Apple Store y la juguetería esa del piano que se toca pisando, lleno de niños (¡y nosotros!). El Fantasma de la Ópera, el musical que vimos esa noche, porque fue poco menos que asombroso (normal, es Broadway).

Día 11, en el Museo Metropolitan, junto a Central Park, todo lleno de arte, historia, curiosidades (¡la batería dorada de Ringo Star!)... ¡y tantas cosas que casi nos cierran en el museo porque no había manera de acabar de verlo todo!

Día 12, comienzo de nuestra excursión por el noreste americano (excursiones baratas que se contratan en Chinatown). Empezamos por visitar Philadelphia (yo quería queso, pero nada) y llegamos a Washington: al museo aeronaútico (nunca había estado dentro de una nave espacial hasta ese momento), el Capitolio (precioso), los monumentos a Jefferson, Lincoln (el tipo sentado gigante) y el propio Washington (un enorme obelisco) y, por supuesto, la Casa Blanca.

Día 13, la mañana siguiente, madrugar exageradamente, dormir en el autobús y... el paraíso de cualquier goloso, la fábrica Hersey's de chocolate. Unas vacas cantarinas, mientras hacíamos un recorrido sobre un vagón a modo de parque de atracciones, nos mostraban como se hacía el chocolate (todo sonaba a Charlie y la Fábrica de Chocolate). Luego Niágara por la noche y cenar en el Hard Rock.

Día 14, las cataratas del río Niágara. Vistas de noche impresionaban pero fue subir al barquito que hace un tour justo bajo la catarata y pensar en mi muerte (madre mía, ¡que fuerza tiene la naturaleza salvaje!). Se veía de fondo Ontario, Canadá. Y por la noche, vuelta a Nueva York.

Día 15, el museo de cera Madame Tussauds, con Johnny Depp, Bruce Springsteen, Bono de U2 o los Beatles (y luego, la película de El Mago de Oz en 4D.

Día 16, casi sin tiempo, nos plantamos en la zona este, el East Village, zona bohemia e indie por excelencia, por supuesto, me encantó. La gente tirada en el suelo dibujando, tiendas de segunda mano, tiendas de sombreritos y cosillas de lo mas cool. Para acabar, entramos a un concierto de jazz gratuito y resultó ser el cumpleaños del cantante así que nos invitaron a la celebración y gorroneamos algo de tarta, vamos, como si fuéramos de toda la vida.

Día 17, alquilamos un Bus Party, 4 horas de fiesta y desenfreno recorriendo Manhattan (con parada en Times Square). Pero eso fue por la noche, por el día disfrutamos de Tarrytown, paseando por el bosque (ardillas en todos los sitios), llegando al lago y, no sé si nos olieron o les parecimos interesantes, que se acercaron unos cuantos cisnes a mirar.

Día 18, el último día en uso (el primero y el último eran de autobuses, aviones, coches, maletas, desesperación...). Pillamos un metro eterno a Coney Island (lo último y mi favorito), la playa. Un paseo precioso, una feria con una noria y la montaña rusa mas antigua del mundo (o de América- no sé- que sale, por ejemplo, en Annie Hall, de Woody Allen). Para volver, paramos en el puente de Brooklin, para observar las dos luces que habían proyectado al cielo en honor a las torres gemelas, era la noche del 10 al 11 de Septiembre.

Y fin, llegar Madrid, coger un tren y para Cantabria (casita). Duró poco el oasis, coger un autobús y para Asturias (¡a clase!). Heme aquí, mas contenta que una castañuelas.

martes, 21 de septiembre de 2010

Guía de viaje de una española en la Gran Manzana (parte I)


Día 1, nada más salir de Grand Central, ya atontada del asombro por estar en la estación de millones de pelis, me doy cuenta de que estoy en Estados Unidos, hay banderas por todos lados que lo recuerdan.

Día 2, nos establecemos y queremos respirar puro aire de Nueva York, nos pasamos por el Soho, Little Italy (precioso), Chinatown, Tribeca y acabamos en el puente de Brooklin, medio atropellados por las bicicletas, medio mareados por la impresionante vista del Manhattan nocturno.

Día 3, me quedo en el pueblo. Vivimos en Tarrytown y al lado justo, bordeando el bosque del lago, hay un pueblecito llamado Sleepy Hollow donde la leyenda del caballero sin cabeza y el cementerio dominan el ambiente.

Día 4, pasamos la tarde en el Museum of Modern Art, el famoso MoMA. Cuando vi uno de mis cuadros favoritos, el de los relojes de Dalí, ya sí que no me lo podía creer. Y luego, dejamos unos deseos en un arbolito de los deseos, aunque había demasiados... creo que el mío no se va a cumplir tan fácilmente.

Día 5, nos levantamos prontito por la mañana, decididos a visitar la parte sur de Manhattan. No sabíamos que el metro estaba estropeado a partir de la parada Brooklin Bridge y se desvió por el Manhattan Bridge hasta mitad de Brooklin, lo primero fue el susto, luego la admiración por las vistas, luego las risas y el resto del día (estatua, Wall St., zona financiera, outlet Century 21,zona cero y Empire State Building donde esperamos el atardecer para tener vistas de día y de noche, ¡y qué vistas! El problema: demasiada gente).

Día 6, Domingo. Nos levantamos pronto, con todo el cansacio acomulado (¡y lo que nos quedaba!), esta vez queríamos visitar una de esas iglesias de gospel a lo Oh Happy Day! tan famosas del Harlem. Luego el Museo de Historia Natural (de la peli Noche en el Museo, no, nada cobra vida) y un paseíllo por Central Park en bicicleta, y los que nos alquilaron, nos llevaron hasta el garaje en bicitaxi (¡un chico igualito a Julian Casablancas!). Y llegué a Strawberry Fields (homenaje a John Lennon), a la fuente de las pelis románticas, a los lagos con barquitas y al monumento a Alicia en el país de la Maravillas.

Día 7, demasiado cansados como para mover un pie, decidimos parar en el estadio de los Yankees e integrarnos en el mundo del baseball. Las entradas nos salieron a 5$ con la condición de quedarnos de pie pero el de seguridad se apiadó de nosotros y nos dejó sentarnos a mitad del partido, una pasada de 3 horas de duración, mucha tontería, perritos, cerveza y furia Yankee.

Día 8, compras, compras y más compras en típicos outlet donde encuentras Levi's, sudaderas GAP o Converse chulas medio regaladas, además de lo bonito que resulta un pueblecito en el que cada casa es una marca, con iglesia (el centro de información) y todo . Eso sí, nos costó un poquito más caro el viajecillo a New Jersey (donde estaba el outlet).

Día 9, habiendo recuperado un poco la energía, recorrimos la zona oeste, el Flatiron (en la foto), Greenwich Village, el barrio gay (Gay St.), el monumento gay, edificios de la universidad y la fuente de Friends, donde Ross se cae para atrás y todos llevan paraguas de colores, el puro Nueva York.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Home

En casa, desde hace una semanita. Las cosas son geniales ahora, es una buena racha, supongo, o todo lo veo más bonito desde que llegué, que también.
Estoy contenta con mi nuevo pisito compartido en Oviedo, con su terracita y sus detalles. Este fin de semana hicimos fiesta hawaiana, pero vamos, que sintetizamos un poco la cosa y acabó siendo un grupo de amigos, con collares de flores, con el fresquillo de septiembre en una terraza de un séptimo, en medio de la ciudad y sombrillitas en la bebida, nada de daikiris, calimocho del bueno (pedido especial mío por su escased en NY) y, lo mas tropical, vodka con zumo de naranja (súper rico).






Y bueno, también estuve organizando algunas fotos de Nueva York, me emocioné un poco recordando aquello, 3 semanas dieron para mucho.






miércoles, 8 de septiembre de 2010

New York city cops

Es dificil describir en palabras todo lo que tres semanas han dado lugar, asi que no voy a dedicar mas de dos palabras: Vida Paralela.

Pdt: ya no me queda nada para el regreso, si no hay ningun problema estare en casita el domingo y podre actualizar el blog escribiendo tildes y enies /ñ/ (esto ultimo cortar y pegar) sin problema.
Pdt2: ya no me caben mas fotos en la camara, que se ha portado.
Pdt3: no he aprendido nada, pero nada de ingles.



No solo los Strokes son neoyorkinos, The Bravery son geniales tambien y este fin de semana, cenando en el Hard Rock de Niagara Falls, sono esta cancion.
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