De detalles comunes

A detalles se hace el mundo. Siempre. Yo, por ejemplo, me completo poquito a poco. Un día esto, otro día aquello.

¡Qué perfectas y recolocaditas están mis Converse nuevas! Espero destruirlas hasta que se queden en nada, me encantan las Converse desgastadas, arrastran historietas. En las viejas yo tenía muchas que contar, pero fallecieron con agujeros irreparables.

Y mis pulseras. Mis pulseras también guardan recuerdos, una cascabeles y otra dados, pareciera que me enloquece tener buena suerte. Bueno, no es algo que me defina, pero podría ser...

Como se puede observar, tenía una cámara a mano y algo de tiempo libre para compartir cosillas mías, cosillas secretas que no salen de aquí (aunque las sepa todo el mundo).

Ayer me apasioné por Kings Of Leon (voy a ráfagas, siempre a ráfagas). Y hoy me inspira el disco de Brandon Flowers, tengo quemado el Spotify.

Y ayer en el autobús de vuelta a Oviedo (tras un fin de semana de relax en casa) me dio tiempo de sobra para pensar en cosas. Pensé, ¿y si sacara una foto al día de algo curioso que veo? Había visto muchas cosas curiosas ayer. Pero luego desistí, sería mucho trabajo para mi escasísima inspiración.

Luego mi iPod, aleatorio él como nadie, quiso regalarme un tema de James Blunt (High quizás), jo, me emocioné, ese tipo siempre me emocionó. Tenía que confesarlo aquí (pensé y he aquí). Luego sonó Heaven de Bryan Adams, me teletransporté a un vídeo de boda de los año 80 ¿es del estilo o qué? Y me emocioné un poco más, esa canción siempre tuvo mucho sentido para mí (para un nosotros debería decir).